ESTE ES EL MOTIVO por el que se abandonan proyectos gastronómicos aunque haya recursos para seguir.
La mayoría de los proyectos gastronómicos, se abandonan antes de que vean la luz. Hoy te explicaré por qué sucede esto con un gráfico muy sencillo.
ESTADO EMOCIONAL
Muchas veces no llegamos a abrir un negocio hostelero, o lo abrimos, pero al poco tiempo lo cerramos, SIN QUE NOS FALTEN RECURSOS ECONÓMICOS NI RECURSOS DE NINGUNA CLASE.
Para descubrir la causa, primero dibujamos una línea que define el grado de nuestro estado emocional, y el de cualquier emprendedor que se lance a montar un bar, un restaurante o cualquier otro tipo de negocio.
LÍNEA DE TIEMPO
Seguidamente dibujamos la línea de tiempo que transcurre desde que tenemos la idea de negocio de comida, hacia adelante.
PERSPECTIVA
Ahora dibujamos una línea en forma de semicírculo que representa la línea emocional por la que pasaremos, desde que tenemos la idea, por ejemplo montar un bar cafetería hasta tener el éxito esperado.
OPTIMISMO
Bien, ahora dibujamos un punto en el inicio de la curva que representa el momento en que tenemos la idea de montar el negocio gastronómico. En este punto desconocemos muchas cosas sobre el proyecto que queremos desarrollar, y la perspectiva que tenemos cuando estamos aquí es que creemos saber mucho más de lo que realmente sabemos.
PESIMISMO
En la parte baja de la curva emocional se crea otro punto en el que, al haber transcurrido un tiempo, hemos descubierto problemas que ni siquiera sabíamos que existían. Ahora somos mucho más pesimistas respecto a nuestro negocio de bar cafetería, ya que hay mucha más problemática de lo que pensábamos, y todo esto ha hecho que nuestra confianza en nosotros mismos haya decaído muchísimo.
VALLE
En el valle que se forma en la parte baja de la línea emocional, en un número elevadísimo de ocasiones, abortamos la idea de negocio gastronómico sea cual sea.
La mayoría de estos proyectos culinarios frustrados ni siquiera nacen, muy pocos son los que se ponen en marcha, y los que se ponen en marcha son proyectos muy ‘verdes’, por lo que suelen cerrarse al poco tiempo de haber abierto.
Cuanto más avanzamos sobre el negocio de comida más somos conscientes de la dificultad del proyecto, y el pesimismo cada vez pesa más.
BUCLE
La desesperación que conlleva encontrar problemas no previstos en el proyecto gastronómico hace que los emprendedores nos enamoremos de otro proyecto de comida diferente, saltando al mismo punto de partida donde estábamos antes.
Todo vuelve a empezar. Quizá antes queríamos montar un bar cafetería, y al sumergirnos en el valle y no aguantar la presión, nos vemos muy tentados de tomar la decisión de abandonar el proyecto, y ahora quizá queremos montar una tienda de pollos asados, pensando que al ser otro proyecto diferente hay otro camino, y sin darnos cuenta de que vamos a volver irremediablemente al mismo recorrido de antes.
Sí que es verdad que hay negocios gastronómicos más complejos que otros, pero siempre hay esta curva de desgaste emocional a medida que vamos descubriendo las problemáticas que tiene cualquier negocio hostelero de comida.
Siempre empezamos creyendo que sabemos mucho más de lo que realmente sabemos, y a medida que vamos descubriendo que no es tan fácil como parecía, poco a poco vamos siendo más pesimistas hasta que volvemos a entrar en el valle donde hay una enorme presión psicológica y si no aguantamos esa presión abandonamos de nuevo el proyecto, saltando a otro proyecto supuestamente mejor, y teniendo que volver a bajar otra vez por la misma curva del desgaste emocional.
La gran mayoría de estos proyectos gastronómicos se anulan antes de hacerlos realidad debido a este fenómeno, y otro porcentaje se interrumpen habiendo abierto, y no es por falta de recursos, es por la enorme presión psicológica.
Queremos montar un bar, un tiempo después quizá una cafetería tipo Starbucks, después una cocina fantasma, después nos encanta la idea de vender pollos asados usando la técnica del Take Away (comida para llevar)… pero la mayoría de todos estos proyectos hoteleros nunca se hacen realidad, y los pocos que ven la luz, al poco tiempo, corren el gran riesgo de que cerremos el negocio.
ÉXITO
Si resistimos a la presión, cada vez nos sentimos mejor porque a cada paso que avanzamos obtenemos más y más frutos procedentes del proyecto gastronómico que hemos mantenido en el tiempo, sin cambiarlo por otro, por lo que la perspectiva emocional va ascendiendo exponencialmente.
Tarde o temprano llegamos al otro extremo de la curva emocional así que conseguimos un negocio hostelero fuerte y estable y nosotros acabamos con vastos conocimientos sobre él. Digamos que nos convertimos en verdaderos expertos sobre ese negocio de comida en concreto que elegimos y mantuvimos en el tiempo.
El canal de YouTube HOSTELERÍA ESTRATÉGICA está dirigido a la hostelería en España y al resto de países hispanohablantes.
JUAN CARLOS LLABERÍA