LA TÁCTICA DEL COLABORADOR EN UN BAR

LA TÁCTICA DEL COLABORADOR EN UN BAR o cualquier pequeño negocio hostelero.

Cuando yo tenía la cafetería, todos los días iba a comprar los periódicos a primera hora de la mañana. Esto me suponía un problema, porque necesitaba comprar el periódico y teóricamente tenía que tener la cafetería abierta al mismo tiempo.

A pesar de que contraté a dos camareras, durante un periodo de tiempo estuve solo en la cafetería sin que nadie me ayudara, por lo que tenía que ir a buscar los periódicos sin el apoyo de nadie. Aquí es muy común tener periódicos en las cafeterías. Muchos clientes quieren desayunar mientras leen las primeras noticias del día.

Una mañana que fui a comprar los periódicos, y mientras estaba esperando porque una señora estaba delante mío comprando, le pregunté a la mujer del kiosco si antes de abrir repartía periódicos por los negocios que hay alrededor. (Algunos quioscos lo hacen, aunque no es muy común), y me dijo… ‘¡No!’

La verdad es que esa mujer no era nada amable. Cada día le iba a buscar los periódicos y no me daba ni los ‘buenos días’. Yo compraba en ese kiosco porque los otros kioscos estaban mucho más alejados, por este motivo seguía comprando los periódicos a esa mujer tan desagradable.

Entonces, ese mismo día, después de que le hiciera esa pregunta, (y que me contestara que ‘no’), le compré los periódicos y me fui a mi cafetería como siempre.

Entonces ocurrió algo que yo no me esperaba en absoluto. Resulta que unos 10 minutos más tarde entró en la cafetería la señora que estaba comprando en el kiosco, (que iba delante de mí).

Ella me contó que había escuchado mi conversación con la mujer del kiosco y me dijo que no le importaba traerme los periódicos todos los días, porque ella vivía en el barrio, iba a ese kiosco todas las mañanas, y no le suponía ninguna molestia.

Bien pues, desde entonces, esa señora me trajo los periódicos todos los días y yo, como agradecimiento, le invitaba a un café. Repito, cada día esa señora me traía los periódicos y se tomaba el café de la mañana que mi cafetería le ofrecía como gentileza.

En mi cafetería así nació la figura del COLABORADOR. El colaborador es una persona que NO trabaja en el negocio pero que colabora en el buen funcionamiento del bar o del restaurante.

Conozco varios casos, pero un caso muy cercano a mí es un bar de barrio en el que tiene a una vecina que cuando va al mercado, (para hacer la compra para su casa), esa vecina llama al dueño del bar o le manda un mensaje y le pregunta si necesita algo de última hora.

A lo mejor le hace falta un par de botellas de vino… o le hace falta una docena huevos… o algo de carne… lo que sea… cosas muy puntuales. Pues esa vecina, que es clienta habitual de ese bar, es la figura del colaborador para ese pequeño establecimiento en concreto.

Algo muy importante que hay que dejar claro es que la figura del colaborador NO TIENE NADA QUE VER con los proveedores ni con la contratación de personal. No tiene absolutamente nada que ver.

El colaborador no sustituye a nadie, ni a proveedores ni a personal. Simplemente es alguien que vive en la misma zona donde está el establecimiento y que es cliente habitual.

Aprovechando estas dos circunstancias hay un intercambio de favores, es decir un trueque en el que el colaborador hace un favor y el bar o restaurante se lo recompensa ofreciendo algo sin coste económico como agradecimiento.

Por tanto, si tienes un bar o un pequeño restaurante considera tener un colaborador para esos momentos en los que te puede hacer falta algo y que tus proveedores o tu personal no puede solventarlo, porque eso que necesitas en ese momento es de una cuantía demasiado pequeña, muy insignificante y muy puntual, pero que tiene importancia para el buen funcionamiento del negocio.

El canal de YouTube HOSTELERÍA ESTRATÉGICA está dirigido a restaurantes, bares y cafeterías hispanohablantes de cualquier parte del mundo.

JUAN CARLOS LLABERÍA

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